El trastorno de identidad disociativo, antes conocido como desorden de personalidad múltiple,1 es un trastorno disociativo que se caracteriza por la existencia de dos o más identidades en una persona, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente. Al menos dos de estas personalidades toman el control del comportamiento del individuo de forma rutinaria, y están asociadas también con un grado de pérdida de memoria más allá de la falta de memoria normal. A esta pérdida de memoria se le conoce con frecuencia como «tiempo perdido» o «tiempo amnésico». Se le asocia con el trastorno límite de la personalidad, el trastorno por estrés postraumático, la depresión, el trastorno por abuso de sustancias, autolesiones o ansiedad.