Uno de los hechos que evidencia la magnitud de la degradación del conflicto armado colombiano es el fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales, conocidas popularmente como “falsos positivos”.
En Toluviejo, Sucre, doña Sara cuenta cómo un miembro de su familia, de origen campesino, fue llevado hasta la zona del Urabá con una falsa promesa de trabajo y cómo no volvió a saber nada de él. Semanas después, fue mostrado frente a la opinión pública como un guerrillero dado de baja en combate.
Sara, en compañía de otras víctimas, viajó hasta Sincelejo para asistir a un evento con responsables de falsos positivos. El encuentro fue duro, pero necesario. El encuentro refleja la importancia de la verdad para garantizar que lo que ocurrió en el pasado no vuelva a repetirse.
Para la Comisión de la Verdad es muy importante abrir el espacio de escucha a las víctimas y propiciar el reconocimiento público de responsabilidades para dignificarlas. Este tema es fundamental para construir las recomendaciones que se dejarán al país en el Informe Final.