Las afectaciones como desplazamientos, extorsiones, secuestros, asesinatos, entre otras llevaron a fuertes cambios en la cotidianidad de los productores como asumir e interiorizar prácticas de autoprotección, limitaciones a la libertad y restricciones que dificultaban la labor productiva en el territorio.
La resignificación del territorio es la ruta de transformación del conflicto armado, entendiendo la tierra y el territorio como escenarios de estos cambios.